30 de marzo de 2014

EN POCOS AÑOS, HAITI SERA QUIEN TENGA EL PODER EN REP DOM

POR: MARTIN REYES.


Contrario a lo que pasa en la República Dominicana, en Haití se está produciendo una gran revolución a nivel educativo.  La mayoría de familias pudientes económicamente, están mandando sus hijos al país vecino para estudiar en las universidades dominicanas.

La razón mas válida es, que se están adelantando al fenómeno de demanda de profesionales en las diversas áreas de la economía haitiana, con el fin de asegurarse una colocación segura y para lograr causar un desarrollo en las próximas generaciones haitianas, por los próximos Veinte años.


Mientras la mayoría de la juventud en República Dominicana, está más interesada en gozar la vida, en bailes, vicios y el consumo de estupefacientes de forma casi legal, una gran cantidad de jóvenes haitianos vienen a nuestras universidades a prepararse para ser una generación que provoque cambios en su país y en la región.  En Santo Domingo se  vive mas del placer carnal que de la razón y de la Fe, los medios de comunicación están plagados de individuos sin preparación que norman cada día comportamientos groseros, depravados y poco ejemplares para nuestra sociedad.  Esos mismos medios en su mayoría emisoras de radio, incentivan el consumo de drogas, magnifican la pornografía y profundizan la degradación de los buenos valores en la juventud que crece en estos días.  Este fenómeno social que vive este país en el sector juvenil, constituye un germen de atraso social y educativo para las próximas generaciones, lo que pondría en muy malas condiciones, a la generación adulta frente a la  haitiana de la misma edad, los cuales constituirían en su país una burguesía acaudalada que competiría con cada profesional dominicano, que fue formado en la misma universidad que ellos.

Los haitianos se están preparando para no ser pisoteados y lo mas importante, para  llegar a ser la población dominante en la isla completa.  Tal hazaña, no seria tan difícil de lograr, en un país donde los jóvenes no tienen la visión de trabajo o de crecimiento intelectual en sentido general.

La población dominicana tiene una gran desventaja frente a la haitiana, la cual tiene que ver en cuanto a sus ancestros más próximos en la cadena de descendencia colonial. España que fue nuestro poblador mas arraigado, nos dejó un lastre de descuido y de miedo histórico, que se traduce en reacciones cada ves mas paranoicas frente a los cambios que nos debemos enfrentar. Es por ello que años tras años, nos sentimos perseguidos de una repetición de la invacion haitiana, que no es mas que el miedo al trauma poshistórico que nos dejó el dominio de la isla por parte de Haiti desde el año 1822 hasta 1844, fecha en que se hizo real nuestra independencia respecto de una República compuesta por negros esclavos, que con gran determinación formaron un territorio, el cual para entonces fue el mas rico de América, pero que hoy constituye el mas pobre del continente Americano.

Nuestra descendencia española nos hace mas débiles ante una población de gente provenientes del continente africano, los cuales tras su paso por Francia obtuvieron un pensamiento mucho mas determinado frente a las circunstancias de dominio de su madre patria de entonces.

La generación de profesionales haitianos,  que emergen de las altas casas de estudios dominicanas, son muy altas, llegando incluso a sospecharse que muchos de esos médicos que ahora se gradúan, serán los futuros accionistas y dueños de los centros hospitalarios privados de los próximos Veinte o Treinta años, o los dueños de las empresas constructoras de entonces, generando un dominio de una clase social que habrá de imponer con mucho mas fuerzas sus criterios en todos los ámbitos de esta nación y de la isla completa.

Parte de estos dominios ya han sido tomados en el área de la construcción, donde la mano de obra barata ha sustituido a la nacional, sin avistarse ninguna autoridad que defienda a los constructores nacionales, llegando a ser los haitianos los albañiles, maestros constructores y todos los que mayormente ocupan los principales puestos de la industria de la construcción local. Esta misma situación se dará por supuesto, cuando empiecen a circular los ingenieros de origen haitianos que se están graduando de universidades locales.

Queramos o no admitirlo, pero la preparación académica de nuestros vecinos, mas el descuido en la preparación académica y cultural de los jóvenes dominicanos, va a traer como consecuencia, que en el mas corto tiempo posible, esa nueva genración de intelectuales y profesionales, les van a doblegar el brazo al Estado Dominicano, ocasionando por fuerza de gravedad, la soñada integración que  diversos sectores están propugnando desde hace varios años y, que los dominicanos les huyen como el diablo a la Cruz. Pero mas que integración, lo que los haitianos persiguen es volver una ves mas a dominar de forma absoluta los destinos de la isla de Santo Domingo, pues sus orígenes de pensamiento europeista los trae contagiados desde cientos de años,  de ser los que  dominen en el territorio, que por poco margen no pudieron dominar y conquistar, siendo lo único que se lo impidió, el hecho de que en términos económicos, la República Dominicana no representaba nada atractivo para Haití en ese momento, pero que hoy representa la salvación de una población con su territorio devastado en un 90 por ciento...

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