POR: MARTIN REYES.
Por mucho que se quiera ocultar la realidad de Venezuela, la cosa se esta poniendo muy difícil para ambos lados de la confrontación. Por un lado el movimiento de estudiantes se ha desacreditado, por la razón de que se les ha notado cierta parcialidad en relación a los grupos de poder y, porque muchas de sus acciones lo que buscan es mantener en desasosiego al gobierno y al pueblo, el cual no puede salir a trabajar o a realizar sus diligencias mas pertinentes.
Por otro lado está la situación del gobierno, quienes por mas que se esfuercen no pueden detener las protestas, las que estamos de acuerdo que son financiadas por grupos poderosos adversos al gobierno, pero que aun así no logran detenerse por mas ribetes de subversivas que parezcan tener. La condición de desabastecimiento que exhiben los supermercados y negocios en general, es una cosa inocultable, no se que espera el gobierno de Maduro para enfrentar con éxito esta situación.
Las acciones de la oposición son las mas exitosas en los 15 años que tiene el chavismo en el poder, las cuales apuntan al derrocamiento del presidente Maduro a como de lugar, lo extraño de esta situación es que en el gobierno tal parece que no hay un personaje que pueda tener algún liderazgo sobre la oposición y sectores internos venezolanos, que pueda negociar alguna salida democrática a la intríngulis que se ha presentado de cara a la debacle de la popularidad del gobierno. Una salida favorable para alcanzar una solución y, para calmar los ánimos del pueblo protestante, ha de ser que el presidente de turno renuncie al cargo, con lo que facilitaría la llegada de un líder mucho mas ducho en los temas de política social y económica o que, por el contrario, Nicolas Maduro, haga un acuerdo para la instauración de un gobierno de unidad nacional, en el que la oposición tenga representación en el gabinete de gobierno, e integrar todo un equipo que permita buscarle solución a las situaciones actuales, pasadas y futuras.
La sugerencia la hacemos, en virtud de que una eventual derrocamiento por la fuerza del presidente Maduro, aportaría una grave situación a la tan delicada situación de Venezuela. Pero por otro lado, la renuncia del presidente plantearía otro teorema también difícil, pues en Venezuela no existe el relevo gubernamental, metiendo otra ves a la República Bolivariana en otras elecciones, de las cuales surgirá un presidente que heredaría los mismos, o cuidado si mas problemas que los que le está costando enfrentar al actual.. Por tales razones, creemos que la instauración de un gobierno de unidad nacional presidido por Maduro, es la decisión mas aconsejable, pues sería la salida más airosa de una crisis que no parece tener final.
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