El arzobispo de la arquidiócesis de Santiago dijo que es el “arzobispo de todos” los católicos y creyentes organizados o simpatizantes en los diferentes partidos que participan en el proceso electoral por lo que no promociona ninguno de los candidatos.
Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio hizo esta precisión en una carta enviada al director de El Nacional, Radhamés Gómez Pepín, cuyo texto es el siguiente:
“No solemos referirnos a las notas periodísticas que se publican, dando cuenta de mis expresiones sobre los temas espirituales o de interés nacional, pero en esta ocasión es necesario hacerlo por estar en coyuntura electoral, porque soy igualmente pastor y orientador espiritual de los católicos y creyentes, simpatizantes u organizados en cada uno de los partidos que acuden a los comicios del próximo 20 de mayo. Soy Arzobispo de todos.
“Aconteció que el pasado 30 de marzo, al ser abordado por los periodistas, tuve un pronunciamiento sobre la temática de la producción nacional. Sorprende que una parte de mi respuesta fue multicopiada, remitida a varios medios de comunicación: televisión, prensa escrita y redes sociales. El periódico El Nacional se hizo eco en la página 9 de la edición del pasado martes 3 de abril en una nota titulada “Ramón Benito de la Rosa y Carpio acoge propuesta del candidato del PLD”. En dicha nota aparecen trozos de mis declaraciones que han llevado a pensar que fueron dichas en un contexto de acogida o apoyo a la propuesta de un solo candidato sobre la temática de la producción nacional.
“Por mi ministerio y convicción, manejo con prudencia las relaciones y mantengo la equidistancia de las fuerzas políticas, siguiendo las reflexiones de los obispos, que se expresan en los documentos de la Conferencia episcopal dominicana. Los obispos dominicanos mantenemos el respeto a los partidos y a los candidatos. Todos son bien recibidos por nosotros, y así seguirá siendo en todo momento.
“Apruebo, como lo hace la gente no fanatizada, todo lo bueno que proponga cualquier candidato por el bien común de los dominicanos. Pero no es correcto deducir que la aprobación de una propuesta concreta sea un acto de promoción de la candidatura de ningún candidato en particular. Hacer esto último sería una tergiversación. Si alguno lo hace, debe quedar claro que no es la orientación del Arzobispo de Santiago ni la del pleno de la Conferencia del Episcopado Dominicano. Enfatizamos que ningún obispo ni sacerdote puede promover un candidato en particular o participar en política partidista, aunque sí es su deber dar orientaciones sobre la política en general desde la óptica de la ética, la moral y la doctrina social de la Iglesia, centrada en la defensa y promoción de la persona humana y del bien común.
“Deseo, por demás, decirle que valoro y agradezco mucho las apreciaciones y comentarios de “El Nacional” sobre mis pronunciamientos, aparecidos en las secciones Cójanlo, Radar, Polibroma, incluidos también en algún que otro editorial, como la consideración última en la columna Polibroma, del recién pasado 4 de abril, que dice: “Monseñor De la Rosa y Carpio ha cuestionado la corrupción y el clientelismo e insistido en que la población no venda su voto”, que se refiere a mi homilía en la conmemoración de la Batalla del 30 de Marzo de 1844.”.
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